Ensayo "La cámara Lucida " de Roland Barthes

En este ensayo rebatiré algunos puntos que toca Rolan Barthes y lo que opino sobre ellos, asimismo daré mi opinión sobre el libro. 

Con este libro tengo una relación de amor odio, por un lado, me gustaron algunos puntos que toca, cosas que ningún otro autor se había atrevido a tocar, y cosas que uno siente cuando ve una foto pero que nunca había verbalizado, y por el otro Roland Barthes, desde mi punto de vista, da una visión demasiado individual sobre la foto por lo mismo difícilmente aplicaría a nivel general.

Barthes menciona que la foto es inseparable de su referente, siempre lo lleva consigo, como siameses, el referente es naturalmente el objeto, cosa, humano, ente, etc… que se fotografió, dice que cuando ves la foto, no ves la foto en si sino el referente. Creo que esto es más que lógico, obviamente es inseparable del referente, sin embargo ¿qué pasa cuando es una foto abstracta? ¿Una fotografía de textura o de color? ¿En ese caso aplica? Para mí cuando es Spectator no reconoce lo que ve, o no sabe que es lo que se fotografía este pensamiento se invalida en su totalidad.

Roland dice que la foto puede ser objeto de 3 acciones; experimentar, hacer y mirar, también habla del Operator (fotógrafo) y del Spectator (el que mira la foto en periódicos, libros, álbumes y ahora internet) habla de estos como si fueran totalmente disímbolos, dos especies distintas que cumplen funciones diferentes, cuando actualmente cualquiera puede ser el Operator/ Spectator, con la facilidad que existe para tomar fotos, posiblemente solo se podría distinguir los fotógrafos profesionales de los amateurs por el nivel de conocimiento, sin embargo actualmente todos son fotógrafos en potencia.

Posteriormente habla de fotos que le gustan y las analiza de manera individual, dice que no todas las fotos le gustan, para mí las fotos que escogió, son bastante normales, nada fuera de lo extraordinario, son fotos que no son malas pero que tampoco sorprenden, por ejemplo, habla de Stieglitz, (que para mí es fenomenal) y dice que solo le gusta una de sus fotos, pero bueno en gustos se rompen géneros. 

Sin embargo, lo que sí me gusto es lo que analiza de ellas la manera en la que propone el Punctum y el Studium. Como el Studium es esto que nos atrae de una foto, lo que hace que nos guste que nos atrae que va desde la estética, colores, composición, etc… Y el Punctum es esto de la foto que nos hiere o nos lastima, eso que pica. Esa idea se me figura bastante coherente, como una buena foto necesita un Studium, pero una foto excelente necesita un Punctum mismo que nos incomoda ergo nos hace pensar. Para él una buena foto es una aventura, requiere de la copresencia de 2 elementos de alguna manera opuestos, “heterogéneos por el hecho de no pertenecer al mismo mundo”, lástima que los ejemplos que de no siempre sean los adecuados.

Más adelante habla del paisaje, de cómo los paisajes que te atraen son los habitables, no los visitables, que estos generan la sensación de Heimlich (lo familiar)  en la que Freud explica nos remonta irremediablemente  a la madre y siendo Unheimlich (lo infamiliar) lo siniestro e irremediablemente opuesto. En pocas palabras un buen paisaje para Roland Barthes es aquel que te recuerda a la madre.  Para mi está sumamente equivocado, entonces fotos del Everest, de volcanes activos e inactivos, del fondo oceánico, fotos tomadas desde la estratosfera, de la Estepa, Tundra o desierto ¿Todas estas son malas fotos porque al señor no le recuerdan a su madre? No, no creo, ahí si difiero totalmente de su opinión, la respeto pero no voy con ella.

Asimismo, dice que las fotos unarias son aquellas que se hacen sin intención ni calculo, y según el son más puras, y pone de ejemplo las periodísticas y pornográficas, pero yo me pregunto ¿Qué no las fotos pornográficas tienen el propósito de excitar al espectador, o las periodísticas no están hechas para vender gracias al morbo? Las fotos periodísticas son las que tienen más calculo, e intención ya que son tomadas con ángulos grotescos que no dejan nada a la imaginación, basadas en el amarillismo y la deshumanización. Posiblemente sus ejemplos otra vez eran erróneos.

La foto es connatural a su referente, el referente es la cosa real sin la que no existiría la foto, es decir el objeto fotografiado, todo bien hasta aquí, sin embargo, no tarda en desvirtuarse; Barthes afirma que la foto si es real y la pintura no porque la segunda está hecha de quimeras, no se apega a la realidad, puede fingirla sin haberla visto. Entonces ¿la pintura genera las imágenes de manera espontánea? ¿El pintor genera la obra sin haber visto nunca al referente, ve las cosas como por iluminación divina? Yo creo que más bien es de apego a la realidad, como la cámara es mecánica su relación con la realidad es más cercana que la pintura, eso sí.

“La Fotografía es violenta no porque muestre violencias, sino porque cada vez llena a la fuerza la vista y porque en ella nada puede ser rechazado ni transformado…” (Pag 112)

Eso es cierto al menos lo era antes, la foto es como un golpe violento, irrefutable es evidencia, es poder es sumamente peligrosa, o era ya que actualmente con aplicaciones que permiten la edición sabemos que puede mentir y que antes de creerle a una foto como antes hay que comprobarla y ver que es verídica.

En conclusión el libro es el que menos me ha gustado de los que hemos leído hasta ahora, aunque tiene puntos válidos, la mayoría son o erróneos o caducos, no pasaron la prueba del tiempo porque están basados en la individualidad del señor, aun así es muy interesante ver el pensamiento formal y estructurado de alguien que se basa en la mera subjetividad, y a pesar de todo cumplió su cometido porque en efecto te hace pensar.


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